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  • Edgar Alan Poe, El Cuervo

el parque

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miércoles, 2 de mayo de 2007

DON ARMANDO EN LA FERTIL PROVINCIA SEÑALADA


“Los muertos que fuimos ya se aburrieron/de estar muertos. No renacimos sino que nacimos/mal hechos unas furias, maltrechos y con caras/de ningunos amigos de nadie en absoluto…”. (Críticas de Miedo- Armando Uribe Arce)

-¡Vamos Claudio!, estamos atrasados para ver a don Armando-, así Aristóteles España me guiaba recorriendo los costados del parque forestal en Santiago, en busca del departamento de Armando Uribe Arce, reconocido poeta chileno .Al llegar, él nos invita a pasar a su estudio, donde como todo poeta es rodeado a diestra y siniestra de cerros de libros.

Servido el café, que amenizará la conversación, nos sentamos. -Don Armando, él es Claudio, uno de mis alumnos de Calama-, esta es mi presentación.

Caballerosamente, al momento que saca su pipa y una bolsa de tabaco, que va encendiendo al tiempo que aspira antes de cada respuesta, grato se interesa en el trabajo de nuestro Taller Aullido, así como de los libros que a manera de presente le obsequio. –Nunca estudie literatura- de esta manera da a entender que todos sus conocimientos literarios son producto de la ardua lectura, a modo de comentario personal diré que nunca ha sido necesario que los poetas tengan un titulo pétreo de doctores en literatura, sólo deben llevar por dentro el afán y convicción poderosa para que sean motor del escribir.

Entre intercambios de ideas, más por su lado y el de Aristóteles España que por el mío, se va desarrollando esta reunión. Demostrando como el ex embajador en China está atento de la realidad actual.

-Sabían que la muerte de Pinochet fue cubierta constantemente por los medios europeos, y eso es por considerarlo un hecho de gran magnitud. En parte a esta situación ayudaron muchas cosas, entre ellas, el Tribunal en el que participé (Tribunal Russel II, Paris- Bruselas1974-1976), donde fueron expuestas al mundo las violaciones a los Derechos Humanos que cometieron las dictaduras en América Latina. Ahí trabajé junto a Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y otros grandes juristas.

Algo que manifiesta claramente es su rechazo a la globalización y nuestro sistema neoliberal de mercado, que promueve el exitismo individual, el hombre por sus propias necesidades y la debilitación de la identidad. -Don Armando, pero ésta es una tendencia mundial-. -Así es, pero como dijo Joaquín Edwards Bello:”Sí, pasa en Chile lo que en otras partes del mundo, pero aquí con un veinte por ciento de exageración”. Esta es una herencia de la dictadura que la concertación no ha querido corregir-. Para mí que nací consumiendo ideas elaboradas, fue un choque contra otra forma de ver el mundo, como algo aun en formación.

Si se reflexiona un poco sobre las entrevistas y textos en los que expone sus puntos de vista sobre Chile, se encuentra con alguien que habla de lo que sabe, de su país al que ha estudiado a través de la historia y su gente, llegando a descubrir sus terrores más profundos como sociedad, una masa, a la que ha estudiado aún estando fuera de el.

Su poesía así también, está marcada del mismo punto de vista crítico del amor, la vida y la muerte a quien encara sin ningún miedo; incluso llena de él mismo:

“¿Y qué fue del chileno/viril, culto, vernáculo,/señor de alguna tierra,/que sabe/algo de leyes,/tranquilo? Se acabó, estará enterrado:/ya no corren los/trenes,/las cortinas de fierro ya se cierran,/la ciudad y los campos son como cementerio”.(De las Críticas de la Vida Social, Libro Las Críticas de Chile- 1999).

Como epílogo puedo comentar que esa tarde me marché de su casa en forma normal pero sintiendo el peso de la tierra con una balanza elaborada. ¡Gracias por el momento compartido don Armando!

Dentro de la obra de Armando Uribe Arce(Santiago 1933) se pueden encontrar: Odio lo que odio, rabio como rabio (1998), el volumen doble que contiene Los ataúdes y Las erratas (1999), y Contra la voluntad (2000), dentro de su producción más reciente, y los poemarios Transeúnte pálido (1954), El engañoso laúd (1956) y No hay lugar (1970), libro de amor y angustias dedicado a quien fue su musa y compañera durante largos años, su esposa Cecilia Echeverría. Destacan tambien: Pound (1963), Por ser vos quien sois (1989), Las críticas de Chile (1999) y El fantasma de la sinrazón & El secreto de la poesía (2001).En el año 2004 es reconocido con el Premio Nacional de Literatura.

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